El ámbito tecnológico guarda cada vez mejores estrategias de seguridad para protegernos. Concretamente, en lo que respecta al acceso a nuestros dispositivos móviles, viviendas, lugares de trabajo, etc., se ha avanzado mucho en cuestión de fiabilidad.
Una de las tecnologías por la que seguramente te hayas preguntado, más de una vez, es la del reconocimiento facial. Su eficacia hace que, cada vez más, se esté reemplazando por otros sistemas, como pueden ser las contraseñas, como medida de seguridad en determinados accesos.
¿Quieres saber cómo funciona esta tecnología tan útil y casi 100% segura?, en este post te lo explicamos.
Contenidos
¿Qué es el reconocimiento facial?
La técnica de reconocimiento facial consiste en la identificación o verificación de una persona mediante una imagen de su rostro, ya sea digitalizada estáticamente, en vídeo o en algún otro recurso audiovisual.
Por norma general, dicho reconocimiento es utilizado para tener acceso a:
- Diversos sistemas
- Lugares o instalaciones como edificios, oficinas, hogares o recintos
- Aplicaciones móviles
- Servicios online
- Métodos de pago
- Realización de chek-in en servicios turísticos
- Segunda fase de autentificación, para potenciar la seguridad
Se trata de un modo de identificación biométrica de medidas corporales, que permite la verificación de la identidad de un sujeto.
Los datos recogidos a través de esta tecnología son únicos en cada individuo, pues se encuentran asociados a la expresión de su cara y las medidas de su cabeza. Esto permite un reconocimiento exclusivo.
Sistema de reconocimiento facial
El sistema de reconocimiento facial únicamente necesita un dispositivo que cuente con tecnología fotográfica, para realizar esta función con una cámara digital. La generación y obtención de cada imagen y dato posibilita la creación y registro de un patrón biométrico facial, que es el que identifica a la persona usuaria.
La diferencia entre cómo funciona el reconocimiento facial biométrico y cómo lo hacen otros sistemas, como las claves con contraseña, las verificaciones por correo electrónico, los selfis o la identificación por huella dactilar, es que la identificación facial biométrica recurre a patrones matemáticos dinámicos y únicos en las personas que debe reconocer. Esto eleva la seguridad y eficacia del sistema sobre todos los anteriores.
Además, gracias al reconocimiento biométrico facial es posible verificar la identidad de una persona en tiempo real; algo lejos del alcance de softwares dedicados a fines de seguridad.
¿Cómo funciona el reconocimiento facial biométrico?
Para que un sistema de reconocimiento facial biométrico funcione es necesaria la captura de una imagen desde el dispositivo destinado a este objetivo, en el que la cámara debe tener una forma bidimensional o tridimensional.
Tras capturar la imagen, el dispositivo la compara con una base de datos de información. Cabe destacar que el vídeo siempre aporta mayor fiabilidad que una imagen estática, dado que contiene la imagen en movimiento y, por tanto, puede detectar mejor cualquier característica física y expresiva de la persona.
Para llevar a cabo el procedimiento, se necesita conexión a Internet, de modo que la base de datos con la que el dispositivo conecta se halla en un servidor.
Una vez ejecutada la comparación de rostros, las características del sujeto son analizadas de forma matemática, lo cual no da lugar a error, ya que quedan verificados los datos biométricos de la persona.
La eficacia de la inteligencia artificial (IA) y machine learning es, en definitiva, lo que aporta mayor fiabilidad, dada la integración de técnicas informáticas y algoritmos que hacen brillante esta tecnología en el ámbito de la seguridad.
No obstante, si un/a intruso/a utiliza una máscara, hay sistemas biométricos que aún, hoy en día, pueden fallar. Por esta razón, todavía se estudian en profundidad los puntos débiles que impedirían el 100% de seguridad en los accesos con reconocimiento facial biométrico.
A continuación, te proporcionamos más información al respecto, a través del siguiente vídeo sobre el reconocimiento facial y dactilar como medida de seguridad eficiente.
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